sábado, noviembre 12, 2005

Secretos

Hay Secretos de familia que se van quién sabe cuándo, con quién y a dónde.
Hay custodios de los Secretos aguardando el reemplazo a quien se entregará el sagrario en herencia. El dueño del secreto elige al nuevo depositario y lo conduce hasta el poseedor del Tabernáculo para que opere la transmisión.
Shepo eligió a su madre para nacer.
Y ella lo eligió desde la eternidad como depositario de sus secretos.
Por eso él no podía alcanzar la paz hasta llegar hasta ellos. La naturaleza lo agitaba en una ansiedad que no entendía.
Hasta el día en que se animó, y olvidándose que era domingo, abrió la puerta del tiempo y regresó a apoderarse del anuncio.

Fue entonces que muchas de las miradas que no entendió jamás cobraron un sentido claro y preciso.
Entonces el Secreto se acomodó en el corazón de Shepo y ambos, madre e hijo, descansaron la angustia.

Abril@