Ella dijo

Ella dijo:

- Aún existe un tiempo en el que necesitan caminar juntos.

Entonces fue cuando la fragmentación de imágenes. El hijo perdido de los ojos grandes. Aquel Gran secreto que sólo tú conocías. El objeto más preciado de tu alma, sujeto de tu amor y tu deseo.

La piedra que abierta en dos dejaba escapar una luz azul tan fuerte que mis ojos ardían al mirarla. Mi deseo instintivo era avanzar hacia la luz, los rayos se extendían bañándome. Ella me detuvo suave pero firme. Dijo que en la luz volvería a la realidad y aún debía haber más.

Entonces esta Mujer Sabia hizo de mi un puente para que sintieras el beso liberador del Amor que debe partir. A cambio ella prometió darme algo que ahora no estaba en condiciones de revelar, pero que cuando llegue a mi vida, dijo, yo sabría que fue ella quien lo envió para mi.

La escuchar entonar palabras que hablaban de respetar los tiempos. Habrá un momento de coherencia total -agregó- cercano a la felicidad, donde la búsqueda de la verdad en vos debíamos emprenderla juntos.

Por este proceso sagrado es que inevitablemente regresamos el uno al otro, buscando el poder curativo de nuestras manos en un tiempo que se detiene dentro de este indefinido punto del planeta que elegiste habitar.

Regresamos uno al otro porque comprendemos. Regresamos porque algo muy dentro nos impulsa juntos a evolucionar. Regresamos simplemente porque no podemos evitarlo.

Noviembre 10, 2005 - Abril@