sábado, noviembre 26, 2005

Nacer

Shepo atravesó el canal que lo reencarnaba en esta nueva vida física inundándose de las luces brilantes, azules y finalmente doradas del hijo que es esperado ansiosamente. Su primer llanto fue consolado por una silenciosa y profunda adoración en medio de una atención sin condiciones, mientras la madre convertida ahora sí en reina absoluta, sentía que sin esta criatura no podría vivir de allí en adelante.
Nacer dentro de esta nueva encarnación fue apenas un paso sin dolor que en un principio pareció no exigirle entregar nada a cambio mas que su propia existencia plena.
Y aquí comenzó el primer karma de Shepo.
Creer que indefinidamente se prolongaría esta experiencia en la que protegido por los brazos de su madre sentía, que todo su ser cobraba una dimensión sobrenatural, generando un perpetuo incondicional que no debía alimentar con acción personal alguna.

Por ello es que para Shepo nacer fue algo mas doloroso que aquel comienzo tan principesco y ocurrió el día en que experimentó su primer destierro. Cuando Shepo tuvo conciencia que ni él ni su madre estaban dispuestos a dejarse soltar el uno por el otro. Cadenas dobles que les impedían continuar. Amor que tiraniza esclavo en la posesión inmaterial que tan sólo impide. Amor encarnizado que no extiende la continuidad, que se enquista dentro de sí mismo, que no trascienden por temor a perderse. Que impide que se acerquen amores nuevos, y mas triste aún... que vuelve estéril el deseo de continuarse en el tiempo...
Pero esto no fue hasta mucho después... Adelantarse es prematuro y no cuenta la historia en su totalidad. Porque ahora todo el universo es una madre y su niño que la observa amorosamente...

Abril@

2 Comments:

At 28/11/05 3:12 a. m., Anonymous Anónimo said...

O de cuando nadie quiere soltarse por miedo a caer... en la nada... Fascinante

 
At 16/5/09 2:21 p. m., Anonymous Marí laura said...

Bueno, comienzo el camino de Shepo. Me cautivó su llegada al mundo...Voy a seguir esta historia, veo que hay varios géneros en esta rueda que forma la historia. si no entendí mal....
veo que escribís en complicidad, verdad? Yo también lo hago con la novela de Hesse.
Un gusto entrar aquí , leerte y recibir tu visita por los pasillos de mi lobo.
Gracias, nos leemos. María Laura.

 

Publicar un comentario

<< Home