domingo, mayo 14, 2006

Te extraño

Mucho, Shepo...
Se que no debo...
Pero te extraño...
Mucho

jueves, mayo 11, 2006

Intento Divino

"Entonces Dios tomó las manos de Shepo
y permaneció en silencio un rato largo.
Luego le dijo lentamente:

***
"Querido Shepo,
sería bueno que finalmente aprendas
que aún cuando intentes armar un personaje
para cada ser con el que te cruces en el camino,
jamás lograrás que todos te amen...

Pero en cambio bastará que realmente
ames a uno sólo de ellos, para
que no necesites inventar nada más.

Lo más valioso que tienes en la vida es justamente
el tiempo de vida que te queda,
y será valioso en tanto puedas
aprender a amar."

Un nuevo silencio entre ambos dió mas peso
a las palabras que siguieron,
pronunciadas en el silencio de la
transmisión no corpórea:

"Dices no hacerlo,
pero a menudo te comparas con los demás.
Y como desconoces la realidad ajena
esa comparación nunca te favorece.
Y te equivocas, Shepo, te equivocas..."

Los que ves como ricos no lo son.
Los que ves felices sólo sonríen.
Dos personas pueden mirar una misma cosa
y percibir algo diferente,
porque el significado de la cosa
habita dentro del corazón de cada uno.
Cada molécula de vida
tiene un sentido único para su observador
según lo que éste precise aprender."

El semblante sin rostro de Dios
dejó de sonreir para Shepo
con los ojos del alma
y se entristeció contagiado del amor humano
que temblaba trémulo no muy lejos,
fue cuando entonces continuó:

"Hay personas que te aman, Shepo...
Entrañablemente...
A tí te toma apenas unos segundos herirlas.
Te llevará años cicatrizar esas heridas,
no importa que nada te reclamen,
ni qué tan generosas sean...
Aprende a pedir perdón
y no descanses hasta estar seguro
que aquel a quien has herido
se siente validado en su dolor.
Y perdona a quienes te hieren
porque a perdonar querido Shepo,
se aprende perdonando.
Perdonar a los otros no es fácil,

pero es imposible si no
puedes perdonarte a tí mism.
Ambos sabemos que aún no puedes..."

Entonces lo cubrió con su manto
y a manera de bendición formal
reafirmó aquella promesa ancestral
a todos los hombres del mundo:

"Yo soy el que soy.
Y estoy aquí para tí
Por Ti.
Hacia Tí.
Yo soy...
Hoy y siempre.
Por los siglos de los siglos...
Por Siempre Shepo"

Shepo lloraba en silencio.
Pero quien sabe,
tal vez era demasiado tarde.
Muchos daños estaban hechos
de una manera tan irreversible
que la fe de Shepo no alcanzó
ni para confiar en el mismísimo Dios....
***
**
**
El pecado original tomó posesión
nuevamente del espacio que
rodeaba a Shepo con la tranquilidad
de quien sabe que está entre amigos.

Abril@