jueves, abril 13, 2006

El Gran Secreto

Mi propio temor acercó a tu niño.
Y me regresó al mundo aquel de las imágenes repentinas.
Fue cuando supe. Y vi, ahora entendiendo...
Que...
Eras el niño de la foto que miraba con esos ojos...
¿A mi? ¿Al resto? ¿A quienes?
***
Anoche lo supe Shepo.
Sin forzar nada, apareció repentino.
Y al verlo venir una vez más...
¡Cuánto dolor!
Leí en ellos al fin lo oculto.
Miedo. Pavor. Sombras.
***
He sido muy tonta.
Cegada por mi necesidad de afecto.
Pero hoy es diferente.
Y Prometo.
No se cómo.
Pero:
Nadie volverá a hacerte daño,
Shepo.
Te lo prometo...
***
Abrazo a tu niño, solo y asustado.
Intento calmarlo.
Lo veo limpio, se que se siente sucio.
Nunca mas estará suficientemente limpio.
Sólo lo abrazo en la imagen imperceptible
que me lo permite porque no tiene tu escudo José.
Son muchos años de silencio,
escondido, incomprendido.
Nadie adivinó lo que no dijiste pequeño,
y quien sabe algunos callaron.
Es mucho el tiempo de rabia escondida,
de soledad en companía,
de injusticia oscura,
luces encendidas en la noche,
cruces blancas a través de la ventana...
Son tantos años...

Abrazo a tu niño e intento enseñarle a llorar.
Llora en paz pequeño Shepo.
Aqui puedes. Y debes.
Pido perdón a la madre.
Me enojo con la madre.
Pacto con ella.
Ambas perplejas, asustadas, conmovidas.
Sin saber bien qué hacer intuyo el vacío.
Me vuelvo impulso.
Dolida abrazo a tu niño.
Desde lejos porque se que huirás de mi.
Y yo de ti, si así fuera nuevamente.
Porque en tu dolor sólo sabes hacer daño.
No puedes dar amor,
no crees tener siquiera el derecho a recibirlo.
No lo quieres de mi, he entendido.
Pero en esta noche de viento arrastrando
y lluvia leve que azota,
sin limpiar...
Yo abrazo a tu niño con la ternura
que el Altísimo me concedió como un don personal
a mí que antes que todo soy madre,
no tuya sino del mundo,
y abrazo en tí al niño
a mis niños
y a los niños...
para sanarlo...
No se si alcance.
Lo veo doler de una culpa que no le pertenece,
luchando tantas otras noches contra invisibles
vendavales que ni limpian ni llevan.
Que a veces te ahogan.
Son las noches de la tos seca.
Cuando en una caricia la tos cedía.
Y yo sabía que no era tos, ni fiebre, sólo miedo...
Quisiera volver hacia atrás para ayudarte
Shepo de mi alma.
Acompañarte al pasado y enfrentarlo contigo.
Pero el tiempo nunca fue de los míos.
He llegado tarde a casi todas las citas.
Y no siempre hay quien espere mi arribo...
El tiempo no me acompaña.
No puedo atraparlo en un reloj de cenizas.
Ni revolverlo como barajas
ni repartir nuevamente.
No soy la Maga que pregonas y nada de eso puedo.
Pero puedo abrazar a tu niño.
Bien fuerte. Eso puedo.
Para que sepa que de ello no depende mi amor.
Que desde ese sitio de inocencia yo le amo sin rencores.
Que en ese sagrado espacio del pequeño herido
le dono parte de mis propias fuerzas para perdonar
y perdonarse.
Para perdonar a quienes debían protegerlo
y no lo hicieron.
Tiene mi corazón si el suyo no le alcanza.
Antes he visto esos enorme ojos.
Como aquella otra vez.
Aterrados. Implorantes.
Por eso esta noche yo...
Perpleja, asombrada,
sin saber bien qué debo o puedo hacer,
apenas...
Abrazo al niño maltratado,
rechazado y abusado.
Lo acuno con dulces promesas
y algunas canciones.
Paso imperceptibles mis dedos por cada una de sus heridas.
Apoyo mis pestañas en sus mejillas
para que sonría de tanto en tanto.
Respeto sus silencios.
Acaricio sus mejillas.
Le miro a los ojos
para que no estorben las palabras.
Le hablo desde adentro, con el alma.
Él me entiende.
Le regalo mi presencia
como en una constante, desde lejos.
Le soplo besos al aire.
Rezo en silencio para que no se deje caer.
Todo desde lejos y en el silencio
de nuestras propias soledades.
Porque para eso hemos sido.
Despido su desconfianza
con el calor de mi amor.
Por siempre amaré a ese niño.
Vuela hacia el cielo mi oración.
Por Shepo
y por los otros niños también.
En esta noche de Aguacero intenso
el dolor del pequeño
mortifica en el cuerpo
como si fuera mío.
Por fin ha sucedido
El Gran Secreto me ha sido revelado.

Abril@

martes, abril 11, 2006

Solo si

mms://wm.wbr.com/enya/videos/wm/Enya_Only_If_300.wmv

“Solo si realmente lo deseas lo lograrás, la vida es un viaje...”
***
When there's a shadow, you follow the sun.
When there is love, then you look for the one.
And for the promises, there is the sky.
And for the heavens are those who can fly.

If you really want to, you can hear me say
Only if you want to will you a way.
If you really want to you can seize the day.
Only if you want to will you fly away.

When there's a journey, you follow a star.
When there's an ocean, you sail from afar.
And for the broken heart, there is the sky.
And for tomorrow are those who can fly.


Ah! Je voudrai voler comme un oiseau d'aile
Ah! Je voudrai voler comme un oiseau d'aile,
d'aile...
Ooh go doe bay mwa.
Ooh go doe bay mwa.
If you really want to you can seize the day.
Only if you want to will you fly away.

viernes, abril 07, 2006

Olvidos

Porque si hubieras dispersado Amor
en tu camino,
y no tanta Confusión inútil,
ya estarías llegando al sitio donde
descansan los que arriesgaron
de sí mismos lo mejor...

Pero tú Shepo,
estás igual que en el comienzo,
quién sabe peor,
porque sigues perdiendo
de lo que no tienes,
detrás de lo que no sabes si quieres.

Feliz día del Olvido,
para quien no sabe aún
sanear aquello para lo cual
reencarnó...

Abril@

miércoles, abril 05, 2006

Exilio

Porque si digo que "Te extraño"
traiciono mis búsquedas.
Entonces la sabia que habita en mí
me enseña a apreciar las ausencias,
fluyendo con este nuevo cambio.
Nada seguirá siendo.
Es cuando el silencio ilumina.

Abril@

martes, abril 04, 2006

Dimensiones

Hemos sido. Juntas.
Antes de esto.
Es todo lo que intuyo.
No se si importe ahora.

sábado, abril 01, 2006

Soltar

Y hoy que alcanzo a ver un poco mas claro suplico perdón a la madre por mi torpeza. Por no haber podido. Por no haber sabido. Por no entender. A tiempo
Por conservar mis ojos cerrados sin alcanzar a comprender la totalidad del abismo de Shepo. Por la selectividad de mis sentidos que me engañaron sin demasiado esfuerzo. Hartos de confrontaciones anteriores.
Por respirar mis propios miedos al momento de la realidad evidente. Por no preguntarme más, intuyendo supuestas respuestas de antemano. Negándome a percibir y exigir sobre tantos espacios vacíos, minimizando el sentido primordial de cualquier intercambio vital.
Por ocultar las pistas, escogiendo sólo las señales con las que mi ser coincidía, deteniendo el impulso y cancelando toda intuición, aún la punzante que atacaba en las horas mas oscuras.
Pido perdón a la madre por no haber podido ayudar al hijo. Por mi limitación personal y mi entendimiento escaso que me dejaron flotando sola entre mis confusos sentimientos en estado puro. Por la incapacidad que disfrazó como un calmante la desagradable sinceridad de lo manifiesto. Por dejarme caer en el dolor de mi propia revolución silenciosa. Por juzgar al hijo apegada a su sombra, sacrificándolo por encima de sí mismo.
Reconozco que vacilé tontamente, errando al penetrar en su esencia, entremezcando . Indagué superficialmente, apenas una imagen. Difusa.
Amé en pasado. Por aquello que ambas sabemos que fue. Alguna vez. Me tentó mi alma y lo que aquellos ojos dejaron en ella al separarnos con aquella muerte, hace siglos. Desconcocí las lecciones aprendidas. Convalidé las sensaciones aumentando los sonidos de manera inadecuada.
Por mi incapacidad en la visualización del Mandala, su errónea y dispersa interpretación, el escaso criterio con el que alcancé a manejarme, la tibia compasión con que enredé los mensajes corrompiendo la sabiduría que tanto anhelaba antes de aquel momento.

Pido perdón a la madre y temo la infinitud de su dolor.
Me declaro incompetente en forma total y absoluta.
Percibí al hijo sólo en tanto su relación con mi alma en un tiempo que confundido en su circularidad no refleja el camino lineal de este tiempo en el que necesitabámos encontrarnos.
Me aferré al objeto sin permitirle fluir por temor a volver a perderlo y permití que la ilusión de permanencia creara en mi alma una sensación vana de inmortalidad estática.

Lo observé con aquella mirada antigua, que era casi una contraseña donde nos volvíamos enteramente uno como si el resto no existiera. Entraba emocionada en la profundidad de aquellos ojos como si cada ingreso fuera el último, tal vez porque alguna vez así fué. Su aroma escapando entre sus labios me mareaba convirtiendo en puente privilegiado cualquier sensación corpórea.
Todo bastaba en la felicidad del abrazo regresado. Falsas las premisas, sincero el intercambio, insuficiente siempre. Profecía cumplida en el punto que pasaba como el más desapercibido impidiendo la despedida final.
Viví en Pasado. Soñé en Futuro. Desestimé todo Presente.
Pido perdón a la madre. Y me lo permito a mí misma...
Por capitular en vida, rindiéndome lenta e implacablemente, renunciando a la lucha antes del tiempo establecido, quién sabe cansada por el destrato, vencida en el desamor, desprotegida entre tanta ausencia. Sóla y descalza, sin sentido común, abrazando mi propio sueño.
Por permitirle al Deseo

ocupar el lugar iluminado
y silencioso
del Desapego.
Por mi negligencia al momento de descorrer los velos.

Por la falta de entereza en el instante final.
Por la complicidad que aceleró los plazos.
Por no contar todo lo que me fuera revelado

y equivocar las formas.
De corazón pido perdón a la madre.
Abandono el camino.
Desestimo mis percepciones.
Entrego a otros mis procesos.
Escapo de todas mis experiencias.

Me desentiendo de mí misma.
Por no haber podido. Por no haber sabido. Por no entender a tiempo.

Abril@